Manifiesto de una geisha
Soy una mujer con un maravilloso kimono de colores. Una geisha que, al levantarse cada mañana, inicia un mágico ritual. Delante del espejo contemplo mi bello cuerpo, esculpido por el edificante cincel del sufrimiento. Lo mimo, bañándolo con el perfume de la vida. Enmascaro cuidadosamente mi rostro con la pintura de la naturalidad. Salgo de mi diminuta casa hacia el gran recinto sagrado.